Los despidos forman parte del día a día laboral. Todo trabajador, sin importar su cargo o antigüedad, está propenso a sufrir un despido en cualquier momento.
Ahora bien, en España existen diferentes tipos de despido y cada uno de ellos debe estar debidamente justificado según los estatutos legales.
Una pregunta muy recurrente que se hacen los empleados despedidos es si tienen o no derecho a cobrar el paro una vez que fueron separados de su cargo. Se tiene la creencia de que el derecho al paro está sujeto al tipo de despido del cual has sido protagonista.
Vamos a explicar esta situación con mucho detalle, así entenderás perfectamente si puedes o no cobrar el paro una vez que has sido despedido.
Tipos de despidos
Vamos a empezar por el inicio, detallando cuáles son los diferentes tipos de despidos que actualmente proceden en España.
Despido objetivo
Según la ley “El despido objetivo es aquel que se origina por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción que justifique la empresa. Por tanto, el motivo de este despido no es culpa del trabajador”.
Esto quiere decir que la empresa tiene el derecho de despedir empleados siempre y cuando pueda justificar causas económicas, como pérdidas no previstas o bajos niveles de ventas; causas técnicas, como la adquisición de nueva maquinaria que sustituya el trabajo del hombre; causas organizativas, si se reestructura el orden jerárquico de la empresa y se eliminan áreas o departamentos; o causas de producción, que es cuando la demanda del producto o servicio fluctúa y ya no es necesario mantener la misma cantidad de personal.
En todos estos casos, el trabajador no tiene la culpa de ser despedido; más bien, este obedece al devenir natural de las actividades de la organización.
Despido colectivo
También conocido como Expediente de Regulación de Empleo (ERE), se da cuando en una empresa son despedidos un número importante de empleados por causas objetivas.
Para que pueda darse un despido colectivo se debe cumplir con el requisito de que sean al menos 10 empleados de una nómina de 100, o bien, el 10 % de los trabajadores en una plantilla entre 100 y 300 empleados.
En caso de que estos despidos pretendan ser gestionados por la empresa de forma individual, no procederían.
El despido colectivo tampoco no es una responsabilidad directa del trabajador. Por ejemplo, puede ocurrir un despido colectivo en caso de que la demanda del producto caiga abruptamente.
Despido disciplinario
Este es el despido derivado del mal comportamiento del trabajador, que deriven en fallas graves del proceso o que generen un ambiente laboral no agradable.
Algunas de las causas que pueden conllevar a un despido disciplinario son las asistencias injustificadas y la impuntualidad, indisciplina o desobediencia, ofensas físicas o verbales, toxicomanía y acoso laboral.
Entonces, ¿qué tipo de despido tiene derecho a paro?
Ningún tipo de despido que sufra un trabajador está exento del derecho a recibir el paro.
Se tiene la creencia de que, en el caso de los despidos disciplinarios, el empleado no puede optar a recibir este beneficio económico, pero la realidad es otra.
Sin importar cuál haya sido el motivo del despido, todo empleado puede recibir el paro si:
- Tiene una cotización mínima de 360 días en los últimos 6 años con respecto a la fecha de finalización de su contrato.
- Se está en una situación real de desempleo y el empleado está inscrito en el Servicio Público de Empleo Estatal, donde se compromete a pasar distintos procesos de formación para recibir un nuevo empleo.
Por lo tanto, en caso de que tengas dos empleos formales y hayas sido despedido de alguno, no vas a poder cobrar el paro, ya que realmente no eres un desempleado.
Otro ejemplo puede ser el de un trabajador despedido por acumulación de faltas injustificadas.
Si este es tu caso, debes saber que siempre y cuando cumplas con los dos requisitos previamente establecidos, vas a poder cobrar el paro.
Esta creencia de que algunos tipos de despidos no pueden cobrar el paro viene dada por una confusión con respecto a la indemnización.
La indemnización es el pago que debe hacer la empresa al empleado despedido; este pago está sujeto a muchas variables y dependerá de cada caso. Sin embargo, cuando ocurre un despido disciplinario el trabajador pierde el derecho a la indemnización.
Por ejemplo, si una persona fue despedida luego de demostrarse que estuvo acosando a otros trabajadores, esta persona no va a recibir indemnización alguna por parte de la empresa, pero sí tiene derecho a cobrar el paro.