El preaviso o notificación de despido es cuando el empleador le informa al empleado que ya no contará con sus servicios a partir de cierto día en específico.
Normalmente, el tiempo de preaviso empieza a correr cuando se hace llegar la carta de despido. Sin embargo, hay algunas circunstancias donde la empresa no está obligada a notificar del despido con antelación.
Vamos a hablar un poco sobre este tema, así sabrás con cuánto tiempo de antelación una empresa, por ley, debe notificar un despido; y en caso de no hacerlo, a cuáles beneficios tienes derecho como empleado.
Los preavisos según el tipo de despido
Como posiblemente ya sepas, existen tres tipos de despidos procedentes en España. Ellos son el despido disciplinario, despido objetivo y despido colectivo.
Preaviso en despido disciplinario
El despido disciplinario es aquel que se da como consecuencia de alguna o algunas fallas graves del trabajador, como pueden ser reiteradas faltas injustificadas, embriaguez o intoxicación durante sus horas laborales, desobediencia, etc.
En este caso, el empleador no está en la obligación de avisar con antelación sobre el despido. Sin embargo, en muchos casos se le suele dar al empleado algunos días para que planifique su salida.
Despido objetivo
Ahora bien, el caso del despido objetivo es totalmente distinto. Se da cuando la salida del empleado deriva de la naturaleza y necesidades del negocio, falta de adaptación a los requerimientos, difícil situación económica, etc.
El empleador está obligado a notificar del despido y seguir al pie de la letra todas las disposiciones legales.
Despido colectivo (ERE)
El proceso del despido colectivo es un poco más complejo, pero como su nombre lo indica, sucede cuando la empresa busca deshacerse de un número importante de trabajadores.
Una vez que el proceso de despido colectivo haya concluido, todos y cada uno de los afectados tienen derecho a recibir su preaviso.
¿Cuánto es el tiempo de preaviso?
En los casos de un despido objetivo o colectivo, la empresa está obligada a notificarlo, al menos, 15 días antes de la fecha a partir de la cual dicho despido empezará a ser efectivo.
Estos 15 días son contados desde el momento en que el empleado recibe su carta de despido, hasta el día en que se separa por completo de su puesto de trabajo.
Un punto a resaltar es que, dentro de estos 15 días, no se cuentan los sábados, domingos o días festivos.
Por otra parte, el empleado tiene derecho, durante el preaviso, de gozar de 6 horas semanales libres, que puede destinarlas a la búsqueda de empleo.
Es posible que este plazo de 15 días varíe, ya que dependerá del convenio colectivo que haya entre la empresa y los trabajadores. Sin embargo, no puede ser nunca menor a 15 días.
¿Qué pasa si la empresa no notifica con tiempo el despido?
En caso de que la empresa no respete el plazo de ley en que debe avisar sobre el despido, o que no lo haya notificado en ningún momento, el empleado tendrá derecho a recibir el pago correspondiente a 15 días de salario, abonados en el finiquito.
Pero si el empleador se niega a realizar este pago, el trabajador tiene la opción de hacer un reclamo formal, presentando una papeleta de conciliación.
¿En qué otras circunstancias es necesario el preaviso?
Existen algunos tipos de contratos particulares o situaciones en donde también es necesario hacer una notificación de este tipo. Estos son:
- Contrato temporal de trabajo.
- Contrato para obra o servicio sin fecha de culminación.
- Movilidad geográfica.
- Modificación en las condiciones esenciales del contrato.
- Suspensión temporal del contrato de trabajo (ERTE).
- Baja voluntaria del trabajador.
- Suspensión voluntaria del trabajador.
En el caso de la movilidad geográfica, si una empresa decide mover a un empleado de un lugar a otro, el tiempo mínimo de preaviso es de 30 días.
Y en los casos de baja voluntaria o suspensión voluntaria, es el trabajador quien está obligado a notificarle a la empresa, con al menos 15 días de antelación, que abandonará su puesto de trabajo. De no respetar este plazo, la empresa puede no otorgarle el permiso.